"Todos los medios son sagrados, si son interiormente necesarios.
Todos los medios son sacrílegos si no brotan de la necesidad interior"
Vassily Kandinsky en "De lo espiritual en el arte"
Siempre me sorprende observar la compulsión que tienen las personas en los centros comerciales, especialmente si se trata de navidad, un día especial en el cual todos estaríamos obligados, por obra y gracia del marketing, a comprar y comprar y comprar...
Trato de entender que los objetos son medios para expresar bienestar, cariño, cuidado, auto valoración, y otros sentimientos altruistas de la psiquis humana y por ello la gente los compra y los regala a sus seres queridos o a sí mismos. Sin embargo, los medios solo son eso, puentes por los cuales debe recorrer el alma de una persona hacia otra, con esto quiero decir que los objetos deben estar de acuerdo con el alma, que los regalos deben nacer de la necesidad interior y no sustituirla.
Si mi esposa me regala un auto de lujo, y ese obsequio es correspondiente a la profundidad de la relación amorosa que tenemos y a sus posibilidades económicas, será un medio válido de expresión afectiva, tan válido como un desayuno y el diario llevados a la cama una mañana de domingo. Pero si yo la lleno de gargantillas de diamantes, ropas de marca, viajes y todo lo anhelable, como un medio para llenar el enorme vacío que hay en la pareja, esos obsequios pierden su condición sagrada y son nada más que sacrilegios contra el amor, son una entrega al consumo que va en contravía de la mismísima ley divina.
DOY Y RECIBO OBSEQUIOS COMO MUESTRA DE MI RIQUEZA INTERIOR, NO IMPORTA EN REALIDAD CUÁN COSTOSOS SEAN, SON SOLO MEDIOS PARA QUE EL ALMA SE EXPRESE.
Con afecto: Felipe