jueves, 27 de noviembre de 2008

DEVOLVER LO ROBADO


“Razón tienen los sabios cuando han dicho que no se debe aceptar el arrepentimiento de los ladrones y de los usureros, si no devuelven cuanto han usurpado”

Talmud Bava Kamá


El perjuicio que genero a otros con mis actos no termina con el arrepentimiento, por más sincero que sea; no se soluciona con una disculpa, ni se extingue con el olvido. El daño que ocasiono con mis maniobras es como una carga ominosa que pasa de mano en mano y no se detiene hasta que yo, como causante la asuma y lo solucione. Pedir perdón es nada más que una tentativa de escape ante las consecuencias de mis acciones, es tratar de evadir mi responsabilidad personal ante los demás y ante mi mismo. Pedir perdón es un intento desesperado de negociar, sin costo para mí, la impunidad para mis conductas dolosas.


Asumir las consecuencias de mis actos es, entre otras cosas, devolver lo que he arrebatado al otro. No significa reponer objetos o dinero solamente, devolver implica restituir la dignidad a los perjudicados, sólo así me la estaré restituyendo a mi mismo.


TOMO PARA MÍ, CON VALENTÍA Y DIGNIDAD LA RESPONSABILIDAD DE MIS ACTOS. AL AFRONTAR SUS CONSECUENCIAS, CREZCO COMO PERSONA Y CONSTRUYO, DESDE MI ENTORNO INMEDIATO, UN MUNDO MÁS JUSTO PARA TODOS


Con afecto: Felipe

jueves, 20 de noviembre de 2008

BONDAD Y TRATO GENTIL


Necesitamos la cooperación directa o indirecta de muchas personas para disponer de lo necesario para satisfacer nuestras necesidades… en casi todos los aspectos de la vida, se cuenta con la participación y el concurso de los otros. Si reflexionamos sobre ello, comenzamos a reconocer la bondad de todos los demás… y sentimos la necesidad de devolverles su bondad”

S.S. el Dalai Lama en “El buen corazón”


La muchacha que cobra en el supermercado, me sonríe, habla conmigo mientras marca velozmente los precios en su registradora. Lo hace desde el corazón, entonces yo miro la plaquita que tiene en el pecho con su nombre grabado. Jennifer toma entonces dimensión de persona, y para mí ya no es parte de la caja ni una pieza de la banda corrediza, es una mujer de carne y hueso que me hace un servicio y lo hace con bondad y con alegría. Ella me dignifica con su sonrisa, puesto que me demuestra que no soy un billete de cien dólares que llega a la empresa a cambio de unos cuantos objetos; ella me honra y me reafirma de esa manera como persona. No tengo una placa en el pecho, pero sé que Jennifer leyó mi nombre en la tarjeta de crédito, no se atreve a decirlo, pero me hace notar que lo sabe.

La bondad de Jennifer crea en mi interior la necesidad de ser bondadoso con los demás. Me hace reconocer en ella su servicio y su generosidad. Puede cobrarme la cuenta y punto, esa es su obligación. Pero ella la trasciende, me obsequia con su trato gentil y crea en mí una maravillosa compulsión hacia la bondad. Salgo y yo también sonrío al guardia del parqueadero, cedo el paso a una señora, miro el cielo del anochecer, tiene ese momento un brillo especial…


LA BONDAD SALE DE MI CORAZÓN COMO UNA FUENTE DE AGUA FRESCA QUE LLEGA A OTRO CORAZÓN Y EN ÉL SE MULTIPLICA. ASÍ FLUYE HASTA FORMAR UN INMENSO RÍO QUE ALIMENTA Y BENDICE A TODAS LAS CRIATURAS DEL UNIVERSO

Con afecto: Felipe

sábado, 15 de noviembre de 2008

CONÓCETE A TÍ MISMO



“¿Cómo sé del mundo?... Por lo que está dentro de mi”
Lao-Tse en el Tao-Te-Ching

Las muestras de polvo cósmico obtenidas por sondas espaciales ratifican la idea de que el universo está construido con los mismos elementos que forman la tierra; y el telescopio espacial Hubble muestra que su diseño de galaxias, constelaciones y sistemas tiene un correlato simétrico en los cristales, las moléculas y los átomos. Parecería que el mundo macroscópico se corresponde casi como un calco con el microscópico. Dicen los científicos que el universo es un “holón”, es decir un todo que cuando se divide mantiene en cada una de sus partes la misma condición del todo, como un espejo, que cuando se rompe, cada uno de sus fragmentos, no importa que tan pequeño sea, sigue reflejando todo lo que reflejaba el espejo completo. Así, la parte más diminuta, seguirá siendo la totalidad del universo.

Si esto es cierto, yo soy el universo completo, contenido en la dimensión de mi cuerpo y de mi mente. ¿Por qué razón entonces, busco las respuestas más allá de mi mismo?

En mi interior, en la conformación de mi ser, se encuentra toda la información del universo. La sabiduría reside en poder encontrar las claves que me ayuden a conocerla, conociéndome a mi mismo.

CADA SEÑAL, CADA MENSAJE QUE RECIBA DE MI CUERPO Y DE MI MENTE, ENCIERRA LAS VERDADES DEL UNIVERSO. HAGO SILENCIO PARA ESCUCHARLAS, CIERRO LOS OJOS PARA MIRARLAS MEJOR, TOCO MI CORAZÓN PARA SENTIR EL LATIDO DEL UNIVERSO SOSTENIENDO MI PROPIA VIDA

Con afecto: Felipe

miércoles, 5 de noviembre de 2008

PROBLEMAS QUE AGOBIAN


“Sufrir es más fácil que asumir la solución”

Bert Hellinger en “Reconocer lo que es”

Cada día debo enfrentar las cosas no resueltas en mi familia, en mi trabajo, en mi ciudad, en mi país y en mi mundo. Los conflictos se van acumulando sobre mi corazón como capas de polvo. El problema con mis hijos, la falta de alegría en lo que hago para ganar dinero, la violencia y el miedo en las calles de mi ciudad, la pobreza, las mentiras oficiales de los aparatos del Estado, los huracanes en el Caribe, el asesinato de niños en Chechenia. Cada día las siento acumularse como un peso que no puede ser solucionado. ¿Qué puedo hacer yo para evitar la guerra en Irak? ¿Para acabar con la delincuencia? ¿Para terminar con la corrupción?... La respuesta suena amarga y parecería ineluctable: ¡Nada!

Entonces sufro, me amargo en la profundidad del alma, me conmuevo, lloro por los muertos, grito contra el gobierno en la cocina de mi casa, resiento a mi esposa, lastimo a mis hijos. Y a la noche me desconecto para olvidarme de todo por unas horas. Prefiero sufrir, de alguna manera es más manejable, más cómodo. Pero la vida sigue demandando soluciones, soluciones grandes, aparentemente dramáticas. Hacerlo sacrifica mi comodidad, exige mi fortaleza y mi entereza para sostener los cambios. No creo poder hacerlo. Sin embargo, me viene a la memoria que las grandes construcciones están hechas de pequeños ladrillos.

ASÍ ME CUESTE TRABAJO, HOY APORTARÉ UNA PEQUEÑA SOLUCIÓN PARA EL MÁS PEQUEÑO DE MIS PROBLEMAS, PARA EL MÁS INMEDIATO. MI SOLUCIÓN SERÁ UNA PARTE DE LA SOLUCIÓN GLOBAL DE LOS PROBLEMAS DEL MUNDO.


Con afecto: Felipe