
Dollard, Doob, Millar, Mowrer & Sears en “Frustration and agresión” (1939)
Mujeres molidas a golpes por sus esposos, niños y niñas azotados por sus padres, maestros que reparten coscorrones, choferes que maltratan a sus pasajeros y a los peatones, policías que castigan brutalmente, asaltantes que se ensañan en el cuerpo de un hombre indefenso… Todos actos de violencia perpetrados por seres humanos, personas que luego, en los resquicios de su alma, no pueden reconciliarse consigo mismos por haber ejercido violencia contra otros; y que apenas atinan a borronear algunas justificaciones estúpidas e inaceptables.
¿Cuál es la razón que precipita al hombre y a la mujer hacia la violencia?... Dice Leonard Berkowitz, que la frustración produce ira, es decir una disposición emocional para agredir. La frustración, es decir cualquier cosa o persona que impida que yo logre un objetivo cuando mi motivación para alcanzar aquella meta es muy fuerte, cuando espero gratificación y el impedimento es completo, me causa ira y la ira puede desembocar en agresión.
Entonces, el maestro que no cobra su sueldo tiene ira, el chofer que debe cumplir a rajatabla con un tiempo establecido y no lo hace, tiene ira, el policía motivado a luchar contra la delincuencia, que mira sus esfuerzos irse por el caño, tiene ira, el hombre marginal que siente para sí que la sociedad le ha arrebatado toda gratificación tiene ira, como tiene ira el hombre y la mujer comunes ante los impedimentos diarios de la vida. Sin embargo, la ira es solo una disposición hacia la violencia. Es mi responsabilidad personal dejarla explotar como agresión. En eso no participa la sociedad, sólo y exclusivamente mi voluntad.
SACO DE MI MENTE LA IRA CON LA MISMA SUAVIDAD Y CUIDADO QUE TENDRÍA PARA TRATAR UN EXPLOSIVO. PUES SÉ QUE EL DAÑO QUE CAUSA LA AGRESIÓN ES IRREPARABLE, Y AL EXPLOTAR, ABRE TAMBIÉN UNA GRAVE HERIDA EN MI PROPIO SER
¿Cuál es la razón que precipita al hombre y a la mujer hacia la violencia?... Dice Leonard Berkowitz, que la frustración produce ira, es decir una disposición emocional para agredir. La frustración, es decir cualquier cosa o persona que impida que yo logre un objetivo cuando mi motivación para alcanzar aquella meta es muy fuerte, cuando espero gratificación y el impedimento es completo, me causa ira y la ira puede desembocar en agresión.
Entonces, el maestro que no cobra su sueldo tiene ira, el chofer que debe cumplir a rajatabla con un tiempo establecido y no lo hace, tiene ira, el policía motivado a luchar contra la delincuencia, que mira sus esfuerzos irse por el caño, tiene ira, el hombre marginal que siente para sí que la sociedad le ha arrebatado toda gratificación tiene ira, como tiene ira el hombre y la mujer comunes ante los impedimentos diarios de la vida. Sin embargo, la ira es solo una disposición hacia la violencia. Es mi responsabilidad personal dejarla explotar como agresión. En eso no participa la sociedad, sólo y exclusivamente mi voluntad.
SACO DE MI MENTE LA IRA CON LA MISMA SUAVIDAD Y CUIDADO QUE TENDRÍA PARA TRATAR UN EXPLOSIVO. PUES SÉ QUE EL DAÑO QUE CAUSA LA AGRESIÓN ES IRREPARABLE, Y AL EXPLOTAR, ABRE TAMBIÉN UNA GRAVE HERIDA EN MI PROPIO SER
Con afecto: Felipe